Realmente no sé como empezar, pero siento que debo decir algo. He guardado silencio porque este blog está dedicado a Larry y no era el momento adecuado para hablar de ello.
Cuando era pequeña, mamá murió de cáncer. Teniendo sólo 6 años, recuerdo tener que ir a visitarla al hospital. Le llevaba dibujos y (espero) que haya sonreído con ello. Luego mami se fue, pero no el dolor de su partida. Eso aun está allí.
Louis perdió a Jay por leucemia y yo entiendo perfectamente lo que se siente perder a quien amas por una enfermedad de mierda. Cuando se lo cuentas a la gente dice “uh, pobre” y sigue con su rutina, realmente no le importa y no está mal, no los culpo pero yo simplemente no pude, porque a pesar de no conocer a Louis como persona, entiendo su dolor desde otro lugar.
Ustedes dirán “¿Cómo que no conoces su persona? Él es maravilloso” y no se equivocan, pero recuerden que lo que vemos, es lo que los medios quieren que veamos. Hay una parte que desconocemos totalmente y eso es a lo que me refiero.
A riesgo de sonar cliché, creo que Jay es un ángel. Y no por haberse ido, Dios, creo que en tierra también lo fue. Quizás no le dieron mucha atención, pero siempre que yo veía fotos de las madres, veía luz en ellas pero Jay tenía algo especial. No quiero ser hipócrita porque no conozco su historia de vida, eso sólo lo sabra ella, pero creo que tiene algo especial. Quiero referirme a lo sucedido como su “desaparición física” y no como “muerte” porque algo está muerto cuando cae en el olvido y dudo que eso suceda con ella.
Jay, sé que soy una más de las miles de millones y que nunca, ni tú ni nadie cercano a ti, podrá notar lo que siento pero quiero escribir algo para ti.
Estoy agradecida contigo, por haber dejado legado en la tierra. El talento de Louis es increíble, Lottie ha ido haciendo su lugar de a poco y estoy segura de que Fizzy, las gemelas, Ernest y Doris harán lo mismo. No me gusta pensar que tal vez te arrepentiste de algo, porque cada cosa, buena y mala, valió la pena para hacerte la mujer que eres.
Siempre creí que los ángeles nunca fueron merecidos en la tierra y a veces, Dios no puede soportar verlos sufrir. Ahí es cuando deben volver con él. Tal vez por eso debiste ir, tal vez por eso debió irse mamá también.
No tengo dudas de que fuiste una gran madre. Siempre me dijeron que lo importante era hacerte querer en la tierra y aunque jamás tuve el placer de conocerte, creo que no solo te hiciste querer, tú te hiciste amar.
Muchas personas lloran tu partida, pero deberían celebrar el ángel que ganaron. Confió en que te fuiste orgullosa, feliz y por sobre todo, en paz. Perdiste una batalla contra una enfermedad, pero ganaste una vida llena de amor y felicidad. Viste a tu hijo triunfar y hacerte abuela, compartir su talento con millones de personas y convertirse en éxito. Seguramente lo viste caer a él y a sus hermanitos, pero estoy segura de que los levantaste, les sacudiste el polvo y les enseñaste a seguir adelante. Eso es ser una gran mujer.
Hoy, Jay, lamento tu partida pero entiendo que debías hacerlo, que debía suceder, pues nada sucede porque sí. Tus hijos son fuertes y te aman, te llevan en el corazón y hablarán de ti con amor infinito, porque así los criaste.
Gracias por hacer feliz a millones de personas con sólo ser mamá.
Mis respetos y condolencias más sinceras.
—Cande.
in average
are photos
are videos
are texts
are gifs
are audio