Nunca me habría ido si no me hubieras alejado. No renuncio a las personas que me importan y la verdad es que probablemente volvería, si me llegaras a necesitar. Y ese es exactamente el problema.
Nunca me habría ido si no me hubieras alejado. No renuncio a las personas que me importan y la verdad es que probablemente volvería, si me llegaras a necesitar. Y ese es exactamente el problema.
“Odio la forma en la que me hablas, y la forma en la que cortas tu pelo. Odio cuando manejas mi auto. Odio cuando me miras. Odio tus botas de combate enormes, y la forma en la que me lees la mente. Te odio tanto que me enferma; hasta me hace rimar. Lo odio, odio que siempre tengas razón. Odio cuando mentís. Odio cuando me haces reír, y mucho peor cuando me haces llorar. Odio cuando no estas cerca, y el hecho de que no llamaste. Pero odio más la forma en la que no te odio. Ni cerca, ni un poco, nada.”
“Porque si ella no es el amor de mi vida -y sé que no me equivoqué de amor- debí de equivocarme de vida.”
—Acto I: La traición, Rafael Lechowski.
Cada palabra que te dije la sentía, y me callé tantos “te quiero” que dolía.
Dijiste que estabas cansado
de intentar amarnos
y fallar,
por eso te has marchado,
porque yo no puedo amar
por ambos.
“Las relaciones humanas eran extrañas. Quiero decir que pasabas un tiempo con una persona, comiendo, durmiendo y viviendo con ella, amándola, hablando con ella, yendo a los sitios juntos y, de repente, todo cesaba.”
—Mujeres, Charles Bukowski.
Anne.O